Concédeme un instante, quizás me encuentres interesante...

domingo, 22 de abril de 2012

Tarde o temprano...


Buenos días, mundo. ¿Me haces un regalo hoy? Me gustaría levantarme de la cama y encontrarme una rosa. Roja no. Blanca. Pura. Para escribir en ella como si fuese una página nueva. Una rosa dejada por alguien que piensa en mi y a quien todavía no conozco. Lo sé. Un contrasentido. Pero me haría sonreír. La cogería y me la llevaría al instituto. La dejaría apoyada en el pupitre, sin más, sin decir nada. Mis amigos se acercarían a preguntar llenos de curiosidad. Y yo, todavía sin decir nada, la dejaría allí toda la mañana. 
Después, a útima hora, arrancaría uno a uno los pétalos y , con un rotulador azul, escribiría letra a letra, una sola en cada pétalo, la frase de aquella canción tan bonita: ‘Entre los obstáculos del corazón hay un principio de alegría que me gustaría conocer…’, y después tiraría los pétalos por la ventana. El viento se los llevaría. Podía ser que alguien se los encontrase. Que volviese a ponerlos en orden. Que leyese la frase. Y que me viniese a buscar. Ella quizás. Ya. Pero ¿quién es ella?

No hay comentarios:

Publicar un comentario